​¿Qué es el crowdfunding?

El crowdfunding no deja de ser un método de financiación para un determinado proyecto, ya sea social, cultural, empresarial o artístico. Lo que sucede es que hablamos de un método de reciente creación, muy peculiar, con carácter social y que tiene un sentido colectivo. 

Una financiación muy peculiar

El crowdfunding se ha erigido en los últimos años como una forma de lanzar proyectos con cierta intención social, siempre de forma cooperativa, sumando las diferentes aportaciones de unos y otros, tanto individuales como de entidades sumadas a la causa. Surge ante la dificultad de conseguir financiación rápida por parte de los bancos y otras instituciones. La inteligencia colectiva desarrolló este método diseñado en un primer momento para Internet, y en el que se aporta monetariamente para que una idea o proyecto salga adelante. 

Origen y funcionamiento

El término crowdfunding procede del idioma inglés. Por un lado, "crowd" significa masa, multitud o gentío, y por otro, "funding" equivale a financiación. El método consiste en publicitar, a través de una plataforma web creada y pensada para los mecenas (gente preocupada por su entorno a todos los niveles), un determinado proyecto. Así, se suele fijar una cantidad considerada como "óptima" y para la cual los mecenas van aportando a lo largo de un periodo de tiempo delimitado (puede ser desde varias semanas a seis meses, incluso un año). 

Al concluir el mecenazgo, la plataforma ingresa el dinero recaudado a sus legítimos dueños, si bien suele cobrar entre un 5 y un 10 % del montante global. Algunas plataformas incluso no cobran nada.
 
¿Cuál es la ventaja para los promotores del proyecto? Pues que este tipo de plataformas tienen un alcance muy relevante en las redes sociales, y funcionan como un "boca a boca". Hay gente que se hace mecenas solo porque la filosofía de un proyecto les gusta y encaja con su modo de ver la vida. 

¿Cuáles son las ventajas para los mecenas? Por un lado, los mecenas pueden ser anónimos. También tienen facilidades para ejecutar el pago (tarjeta, Paypal o transferencias) y suelen recibir un regalo u obsequio por participar en la financiación colectiva.

Algunas plataformas muy conocidas

Seguro que alguna vez has leído alguno de estos nombres en la red de redes: Seedrs, Verkami, Indiegogo, Ulule, Kickstarter, Lánzanos... etc. Son plataformas seguras, fiables, cada una con una filosofía determinada, pero que pueden servir perfectamente para lanzar un determinado proyecto. Conviene, eso sí, comparar y analizar cada una de ellas, para saber si se adecua a nuestro proyecto.

¡Ojo! No todo es tan fácil

Antes de lanzarnos a un crowdfunding es imprescindible hacer un estudio de nuestro proyecto y medir nuestras fuerzas e implicación. Son muchos los proyectos que se quedan en el camino porque no tienen mecenas suficientes implicados en la difusión del mismo o no se les hace un seguimiento oportuno. Un equipo fuerte detrás, más un calendario de acciones transparente y motivador son esenciales para el éxito de los proyectos. Infórmate aquí sobre cómo invertir en IceCoBar. (Cerrado proceso de Crowdfunding)